Termino de leer a Kaczynski y, ciertamente, el contenido de su manifiesto no expone ideas que no se hayan abordado con anterioridad. Su posición frente al futuro es quizá, en algunos aspectos, muy similar a la de Huxley y Orwell... Bueno, por lo menos en lo que respecta a temas básicos como, por ejemplo, el control de los Gobiernos sobre las masas, la terapia gen o eugenesia, etc. Aquí no hablaremos sobre sus métodos y la forma en la que quiso expandir sus escritos. A decir verdad, y sin quitarle consideración a las víctimas de este sujeto, poco importan sus prácticas en el presente artículo.
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Mucha gente odia el conflicto psicológico. Por esta razón odian cualquier pensamiento serio sobre cuestiones sociales difíciles, y les gusta que tales asuntos les sean presentados en términos simples: ESTO es todo bueno y AQUELLO es todo malo
Autores del siglo XX ya nos adentran en esa sociedad distópica que, muy seguramente, llegará por medio de los avances científicos y tecnológicos. Es evidente que, en el momento actual, hay críticas y dudas sobre esta forma de sociedad, pero suelen ser tenues y pasajeras. Como bien expresó Kaczynski: nadie querrá levantar objeciones ante ciertos procesos que no son indeseables por sí mismos, esto es, procesos tecnológicos y científicos que fundamentan la idea del progreso. Como se sabe, la idea del progreso se presta para muchas formas de interpretación, pues para un grupo social esta idea puede ser completamente diferente a la de otro. No obstante, en la sociedad actual, considerada en su conjunto, hay un consenso sobre esta idea y es, sencillamente, el supuesto mejoramiento de las condiciones humanas, tanto sociales como individuales. Pero para este mejoramiento, como es debido, las grandes corporaciones, industrias y, en gran medida, la nueva institución científica, se valen de recursos que a la larga, por más que hoy no se consideren seriamente (solo se especula), terminarán extirpando todo indicio de humanidad que quede de pie.
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La técnica científica, en gran medida, es regulada por diferentes corporaciones (en tanto proporciona recursos para el mercado y la industria), y, por supuesto, no es propia de un sistema económico, sino que está presente en cualquiera que sea: sistema socialista o capitalista, o, incluso, en una organización social de carácter comunista (si es que algún día pueda llegarse a tal escalón). Principalmente, esto es lo que reprocha Kaczynski. La revolución que propone no es propiamente política ni antigubernamental, sino, más bien, orientada a una especie de neoludismo. Pero pongámonos en contexto.
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| Ned Ludd, oriundo de Leicestershire |
El ludismo no fue más que un levantamiento obrero que apareció en las primeras décadas del siglo XIX, donde tanto campesinos como trabajadores protestaban por la introducción de las máquinas. El movimiento adquirió este nombre gracias a Ned Ludd, personaje de quien no se tiene registro histórico exacto, pero que al parecer destruyó unas máquinas destinadas a la fabricación de medias en 1779 (se da a conocer nuevamente en 1811), argumentando que las máquinas dejarían sin trabajo a los obreros.
Ahora, observando esta pequeña explicación, podemos relacionar este movimiento con lo expuesto por Kaczynski. El ludismo atentaba directamente contra una serie de máquinas que reemplazarían el trabajo de los campesinos y obreros, y este movimiento no era propiamente político. De hecho, perdió adeptos una vez el radicalismo político (conformado en gran medida por intelectuales marxistas y anarquistas) que se levantó en Europa a mediados del siglo XIX, empezara a cambiar y a repensar el orden social de manera más estudiada y concreta. Quizá el error del ludismo fue no haber sentado bases ideológicas bien desarrolladas expresadas en textos o libros.
Precisamente, es por esta razón que Kaczynski invita a desarrollar un ideario sólido para el nuevo movimiento, que tiene como objetivo acabar con toda maquinaria tecnológica y científica que sea
proindustria. El lector hasta aquí habrá notado que concebir esta idea es algo fuera de lugar, pues hacer que la sociedad tal y como la conocemos dé un paso atrás, es casi imposible. ¿Acabar por completo con las bases del sistema actual? Ciertamente, existen varios sistemas, pero esto solo a nivel económico y social. Sin embargo, hay un sistema general que se mueve indiferentemente por todo el mundo, y es, como ya se ha dicho antes, el científico, tecnológico e industrial. Una revolución en contra de este sistema es algo meramente utópico; hoy la gente pide ciencia y más ciencia, tecnología y más tecnología, modernización y más modernización... Así que, ¿de qué forma se podría llevar a cabo una revolución de este tamaño? Unabomber nos da una serie de estrategias, pero ahora saltamos a ella.
Una de las razones principales por las que Kaczynski argumenta que la sociedad actual y la del futuro son completamente inconcebibles, es por el hecho de que el individuo, en su forma "civilizada", estará siempre a merced de las grandes corporaciones y maquinarias elitistas —esto siempre y cuando la tecnología y la industria existan indiferentemente de cualquier Gobierno con un sistema económico x o y—. Kaczynski hasta aquí nos estaría diciendo que en organizaciones sociales más primitivas, el individuo estaba menos sometido en muchos aspectos (cuestión perfectamente debatible). El sistema, en su máximo esplendor, no satisfará las necesidades del individuo, sino que el individuo tendrá que satisfacer las de este. Por tanto, el proceso de poder será nulo en esta forma de organización. Para aclarar: el proceso de poder no es más que una serie de actividades que el individuo desarrolla en su corta vida. Este se basa en 4 puntos esenciales:
- Finalidades o metas que toda persona traza en su vida
- Esfuerzo para alcanzar esas finalidades
- Logro de la finalidad
- Autonomía que toda persona quiere para lograr tal finalidad (así sea mínima)
En su reemplazo, el sistema tendrá que hacer que los individuos recurran a actividades sustitutorias (artificiales), que satisfagan de alguna forma u otra esa necesidad de proceso de poder. Claramente, estas actividades artificiales serán "ilusorias" y, de ninguna manera, serán actividades propias que emergerán de la libertad de cada persona; serán, entonces, actividades impuestas por el sistema. ¿Te recuerda esto a Un mundo feliz? Pues sí, hay puntos de convergencia.
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No olvidemos que el soma puede presentarse de distintas formas en la sociedad
Parece mera tautología nombrar estas cuestiones con insistencia, pero la cosa no es tan así. Kaczynski nos ofrece no solo una visión distópica del futuro, sino que también profundiza en la psicología del izquierdismo, de la que, esencialmente, dice que una gran mayoría de masas izquierdistas son motivadas por complejos de inferioridad y por mera necesidad de sentirse identificados con alguna red de ideas, para así sentir que, si un colectivo grande alcanza x o y propósito, el izquierdista, al sentirse identificado con este, saciará su necesidad de proceso de poder. Es muy probable que Kaczynski tuviera razón en este punto, pero es equívoco considerar únicamente a los izquierdistas, pues este fenómeno aplica para todo el conjunto de la sociedad. Todos necesitan sentirse identificados con algo, con alguna idea o lucha, incluso el mismo Kaczynski. Sobre su crítica hacia el izquierdismo me quedo con la sobresocialización. Es muy probable que, por otro lado, una gran masa de la izquierda esté sobresocializada, sobre todo aquellos intelectuales universitarios, que, como expresó bien, "constituyen el segmento más altamente socializado de nuestra sociedad". Esta sobresocialización implica que los individuos estén constantemente huyendo de su correa psicológica por medio de la rebelión. Kaczynski argumenta que, en su mayoría, los izquierdistas no están en conflicto con la moral establecida, sino que tienden a "reinterpretarlos" a su medida y, posteriormente, acusan a todos de violar tales preceptos, para así tener justificación alguna para "rebelarse". Una vez se reivindiquen todos esos valores, el izquierdista creará nuevas excusas para así, nuevamente, rebelarse. Es una cuestión cíclica, pero como ya se dijo antes, Kaczynski falla en su análisis, dado que esto es algo propio del individuo, y no de la izquierda.
Ahora, algo en lo que podemos converger fácilmente es en la cuestión de que los valores establecidos no son más que el camino para perpetuar el sistema industrial y tecnológico. Los conflictos étnicos, la violencia, la discriminación e, incluso, la pobreza, son temas que deben ser moderados o eliminados; no por el hecho superficial de la mera convivencia y humanidad, sino porque trastornan el funcionamiento del sistema. Incluso, la cuestión familiar se transformó en meras relaciones promovidas por el sistema. "La burguesía ha desgarrado los velos emotivos y sentimentales que envolvían las relaciones familiares, y las redujo a simples relaciones de dinero" (Marx, 2018, pág. 83). Todo pilar de nuestra sociedad; desde la casa, la escuela, los valores, las instituciones, se mueven en función del futuro industrial y tecnológico.
Así pues, todos nuestros alrededores están orientados hacia la prolongación del sistema industrial. Eso sí, hoy nos preguntamos sobre cómo nuestro comportamiento será regulado por el Gran Hermano (¿?), y la respuesta es sencilla: a través de un proceso de evolución social, proceso que ha sido gradual y paulatino hasta ahora; no será súbito. |
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La revolución es más fácil que la reforma: la única forma de librarse del conocimiento tecnológico-industrial en su conjunto, es a través de la revolución |
El revolucionario neoludita, por tanto, tendrá que atravesar diferentes etapas para enfrentar a la industria y a la institución científica del día de hoy. Retomando el párrafo cinco, donde hablamos de estrategias, Kaczynski propone algunas:
- Desarrollar una doctrina que constituya las bases ideológicas del movimiento (las razones neoluditas no son suficientes)
- Trabajar para aumentar la tensión social dentro del sistema. Es decir, debilitar las bases tecnológicas y contrarrestar la propaganda industrial de este
- Reunir círculos de intelectuales que apoyen la moción y estén comprometidos con la causa
- Una vez sentadas las bases ideológicas del movimiento, desarrollar propaganda para las masas y así hacerle frente a la ideología proindustrial
En conclusión, ser conscientes del peligro que representa esta sociedad es tarea de todos. Necesariamente, no debemos asumir que tal distopía tendrá que salir tal cual como la plantearon estos autores, pero, sin lugar a dudas, es mucha la probabilidad. Lo que sí será un hecho es que una vez se consolide por completo esta forma de organización social (está en proceso), no habrá manera de debilitarla. Quizá sea la última de las dictaduras. Ahora, si tal revolución se llegase a concretar, no habrá manera de saber qué será de la nueva sociedad, pero el objetivo principal de todo neoludita será suprimir la organización industrial y tecnológica de la sociedad actual, sin elucubrar tanto sobre los aspectos negativos de tal eliminación. Como bien dijo Unabomber: "Y en cuanto a las consecuencias negativas de eliminar la sociedad industrial... Bueno, no puedes comerte el pastel y al mismo tiempo tenerlo. Para ganar una cosa tienes que sacrificar otra".
Referencias
Kaczynski, T. (1996). Industrial society and its future. Obtenido de The New York Times Web Archive: https://archive.nytimes.com/www.nytimes.com/library/national/unabom-manifesto-1.html?mcubz=3
Marx, K. y Engels, F. (2018). Manifiesto comunista y Antología de "El Capital". Ediciones Brontes S.L: Barcelona, España
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